jueves, 22 de diciembre de 2011

El caso de Berta

Berta, una paciente de 55 años sufría de cáncer avanzado. Padecía de un dolor severo en su hombro izquierdo superior. Vivía sola en su apartamiento en Nueva York y recibía cuidado en la casa. Se refirió a terapia musical por razones de un estado depresivo y aislamiento social. Cuando llegó la terapista dijo que ella usualmente no escuchaba música, pero que escucharía cualquier cosa que le ayudara con el dolor. Era una artista que no había podido pintar más no por el cáncer en sí sino más bien por dolor que el pintar le ocasionaba. En la  evaluación que hizo la terapista se concluyó que se sentía enormemente triste y fatigada. Su habilidad mecánica estaba limitada.

La terapia comenzó con música clásica que le produjo sensaciones de que estaba creando imágenes. Una de las obras que utilizó fue la sinfonía "pastoral" de Beethoven. Más adelante trajo música de calipso. En algunas de las sesiones trajo su guitarra y tocó para la paciente. Eventualmente pudo comenzar a pintar cuadros. Llegaba, incluso, a olvidar el dolor durante los periodos de música. Al irse la terapista dejaba los cassettes y otros materiales para ella escuchar. La musicoterarapia se convirtió en una vía de expresión para ella. Comentó: "me ayuda mucho tener música especial cuando sufro dolores intensos, y así puedo manejar mejor el dolor." Poco antes de morir pudo tomar un paseo en automóvil con un amigo y escuchar en un "walkman" mientras miraba el paisaje.

2 comentarios:

  1. Marisol De Maria Alba10 de enero de 2012, 10:33

    Me gusta tu blog. Creo que es el primero que veo relacionando música y educación. Creo que es todo un acierto. Enhorabuena. Desde ahora te sigo.Un abrazo. Por si quieres comentar algo sobre el mío mi dirección es: http://solete-mirinconcitoespecial.blogspot.com/

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  2. muchas gracias!!! voy a darle un vistazo al tuyo!
    Un saludo.
    Elena.

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